En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, María Hobecker, referente de la comisión vecinal de la chacra 179, comentó sobre la decisión de reactivar el trueque: “La gente del barrio no está llegando a fin de mes por la crisis.
Por eso activamos esta idea para que cada uno pueda traer lo que no utiliza más en la casa y cambiar por alguna otra cosa que sí le haga falta. Es una ayuda para intentar salir entre todos de esta complicada situación económica”.
El Club del Trueque “es producto de la crisis, los vecinos informaron su necesidad y así surgió la idea del intercambio. Es la primera vez que tenemos que recurrir a esta práctica en el barrio”, indicó.
Por su parte, María Duarte productora con más de 20 años de trabajo destacó: “Tomamos la decisión de hacer este Club del Trueque en la plaza para darle vida a este espacio.
Está todo muy triste en las plazas de la ciudad porque desde el Gobierno no toman ninguna iniciativa para ofrecer alternativas en estos lugares.
Antes tenían más color y eran puntos dónde cualquier persona o emprendedor podía instalarse e intentar vender algo. Ahora eso no pasa”.
“Nosotros planteamos la cuestión del trueque como una herramienta para enfrentar la crisis económica. Porque la gente no tiene dinero, todos tenemos necesidades, queremos comprar algo, pero no hay plata.
Entonces la alternativa del intercambio es una opción interesante. La situación económica nos obliga a recurrir al trueque”, añadió.
Mientras que Miriam Mazacote, integrante de la comisión vecinal, destacó que el Club del Trueque se repetirá todos los sábados por la tarde en el mismo lugar, para ello invitaron a los artesanos y productores de verduras y frutas que quieran vender sus mercaderías.
De esa manera además del trueque se sumaría la variedad de las ventas de productos artesanales y caseros a precios bajos, sin intermediarios empresariales.
Herramienta ante la urgencia
Cabe recordar que originariamente se denomina trueque al intercambio de productos entre dos personas, sin la presencia del dinero. Este mecanismo representa la más primitiva actividad comercial de la humanidad y, por realizarse entre dos personas, se lo denomina trueque recíproco.
Esta herramienta de economía alternativa no trata de reemplazar a la economía formal, de la que siempre se pretende formar parte. Por el contrario, el objetivo es ser un complemento para aquellos que, por diversas circunstancias, están parcial o totalmente fuera del sistema económico.
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